Para muchos de los exhermanitos de Big Brother Panamá, esta experiencia fue aleccionadora, pero desconocemos a ciencia cierta las posibles secuelas que este proyecto dejó en algunos de sus participantes en el 2016.
Julio López, quien fue catalogado por miles de internautas como el más "cizañero, bochinchoso, intrigoso y problemático" de la casa, se sinceró con nosotros y a raja tabla soltó todo lo que tuvo que hacer para salir de una fosa en la cual se encontraba luego de haber formado parte del controversial "reality": un gran bajón emocional.
Según este entrenador personal, el peor momento de su vida fue cuando la vida le dio un golpe que no esperaba. "Por la naturaleza del proyecto llevé un papel y fui el villano de la película, pero no se pudo conocer quién era Julio realmente Me tocó aceptar que era imposible que todo un país entendiera que ese programa era un personaje, una novela y que no había que fanaticarlo tanto", explicó el actual competidor de Calle 7.
Debes leer: Samy y Sandra obtienen 6.1 en su segunda presentación en Viña del Mar
Él destacó que al final nunca le interesó la opinión de las personas. "Siempre he tratado de ser una persona honesta y real y que no te pagaran con la misma moneda también fue difícil. En esos momentos desconocía el medio, desconocía el proyecto en el que estaba entrando, desconocer la naturaleza de cómo se estaba manejando el proyecto, tal vez llegué con el papel de ser una persona muy honesta, pero tienes que conocer el medio", resaltó.
Su desaparición
Cuando llegó a Panamá tras ser eliminado de la casa de Big Brother en Argentina, este se desapareció de las redes sociales de una manera misteriosa que a todos nos dejó pensativos, pero todo tenía un porqué. "Me desaparecí un tiempo porque necesitaba encontrarme, fui muy atacado y no podía pelearme con todo un país. Tuve un bajón emocional", argumentó.
Confesó que nunca recibió ayuda profesional, pese a que se la ofrecieron. "Yo dije que no. El día que yo no pueda controlar mi mente, entonces, allí yo pediría la ayuda, pero yo sabía que yo no iba a llegar a ese nivel", añadió Julio.
Durante este proceso de "desintoxicación", él recurrió a conocer más sobre Dios sin enfocarse en una religión como tal, ver diversos videos motivacionales, entre otros. "En esos momentos yo sentía que la vida me decía que yo podía dar más como ser humano No fue fácil encontrarme. Fue una recopilación de muchas cosas, escuchaba audios de motivación también, busqué personas que habían pasado por situaciones similares", narró.
También puedes ver: Julio Iglesias vivirá en Panamá con su familia
Era incomprendido
Bastante sereno y con su mano en la quijada, López reveló que siempre le hubiese gustado tener a alguien o una persona cerca mientras estuvo sumergido en su depresión. "A pesar de que mis papás estaban, fue una situación que nadie comprendía. Ellos hablaron conmigo de mil maneras, pero eso los golpeó, los lastimó porque vieron a su hijo hacer todo tipo de locuras. Cualquiera cree que lo que vio en Big Brother realmente es así".
Poco a poco él ha ido superando esta etapa de su vida, y aseveró que si esto no hubiese pasado, no estaría en estos momentos en Calle 7 ni hablando con nosotros. "Si todo este proceso no hubiese pasado, no tuviera la suficiente fortaleza emocional, física ni mental para todavía querer seguir estando en el medio. Estoy aquí Calle 7 porque tengo un propósito. Si la vida me golpeó y me pude levantar, es porque mi enfoque siempre ha sido el correcto", expresó.